INVENTAR HISTORIAS. Clave Cor-33 I

18 Mar

Procedimientos para inventar historias, clave Cor-33 I. La pasión de Gianni Rodari por potenciar la creatividad en los procesos de enseñanza-aprendizaje  es uno de los grandes faros que ha iluminado el camino hacia la renovación educativa y que ha guiado muchas de las actividades y desafíos a la imaginación de nuestras comunidades literarias y nuestro club lunar.

Inventar historias. Tributos del taller literario a Gianni Rodari

Cuando está a punto de cumplirse el centenario del nacimiento  de este excepcional pedagogo, periodista y escritor italiano, los talleres de escritura creativa en Valencia  de LIBRO VUELA LIBRE quieren rendir tributo a una de sus obras más conocidas: Gramática de la fantasía y proponer, en honor a ella,  la primera sugerencia de creación literaria de la clave Cor-33. Aquellos que vayáis a participar en esta propuesta, encontrad el fragmento de historia que se oculta en el siguiente cesto literario:

INVENTAR HISTORIAS. Cesto literario de la clave Cor-33 I (4/6):

Escalera / seis dados / petunias / salir al mundo  / el viento y tú /  la mujer de al lado / 

 

Tributos a Gianni Rodari, Gramática de la fantasía:

«Bajo la guía de los diccionarios filosóficos y de las enciclopedias que tengo a mi alcance, entre la casa y el trabajo, observaré ante todo que las palabras «imaginación» y «fantasía» han pertenecido durante mucho tiempo, y en exclusiva, a la historia de la filosofía. La psicología más reciente ha comenzado a ocuparse de ellas desde hace pocas décadas. No hay por qué sorprenderse, por lo tanto, si la imaginación, en nuestras escuelas, es tratada todavía como pariente pobre, con una ventaja total a favor de la atención y de la memoria; si escuchar pacientemente y recordar escrupulosamente constituyen aún las características del alumno modelo, que es, en definitiva, el más cómodo y manejable.»

Gianni Rodari. Fragmento 1 de Imaginación, creatividad, escuela (en Gramática de la fantasía)

«Entre una escuela muerta y una escuela viva, el rasgo distintivo más auténtico es precisamente este: la escuela para consumidores está muerta, y fingir que está viva no sirve para ahuyentar los olores de su putrefacción (que está a la vista de todos); una escuela viva y nueva puedes ser solo un escuela para creadores. Es como decir que no se puede estar ya como alumnos o como profesores, sino como hombres íntegros.»

Gianni Rodari. Fragmento 2 de Imaginación, creatividad, escuela (en Gramática de la fantasía)

«Schiller –solo nombres…, no digo más- fue el primero en hablar de una educación estética (véanse sus Cartas sobre la educación estética del hombre).

El hombre -escribía el gran Federico- juega únicamente cuando es hombre en el pleno sentido de la palabra, y es plenamente hombre únicamente cuando juega.»

Gianni Rodari. Fragmento 3 de Imaginación, creatividad, escuela (en Gramática de la fantasía)

 

 

 

 

 

 

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5 respuestas hasta “INVENTAR HISTORIAS. Clave Cor-33 I”

  1. J.L.Blanco marzo 20, 2020 a 6:12 pm #

    –El significado de las Petunias es “picardía”, le tenías que haber regalado Geranios rojos que significa que “siempre piensas en ella” ¡Hay que ver estos jóvenes!
    –La juventud no tiene en cuenta estas cosas, antiguamente los padres tenían todo el peso de la boda. Si no aceptaban al novio nada podías hacer, porque si la niña se rebelaba, ¿dónde iba si la echaban de casa? una muchacha no podía salir al mundo.
    El noviazgo era el tiempo previo a la formalización del matrimonio, la finalidad era casarse como único y último recurso.
    El padre debía dar la conformidad a esa relación, debía atarla y atarla bien, era el padre el que decidía; yo mismo pedí la relación a tu abuelo, tu madre me lo presentó una tarde que acudí a su casa y nada más darle la mano salió de estampida y se refugió en su habitación; como aspirante me presenté ante él y me pidió garantías suficientes para dejarme cortejar a tu madre hasta que finalmente me dijo:
    –Bueno, pues ya sabes, si vienes con formalidad y eres serio y con buenas intenciones, puedo asegurarte que si te portas bien con mi hija, aquí puedes tener otros padres, pero te ruego que mantengas la buena reputación de esta casa.
    A partir de ese día iba todas las noches a verla. Pero otros no tuvieron esa suerte, recuerdo que otras parejas solo se veían en el baile los domingos.
    Un buen día su madre le dijo: Hija hazle pasar que el pobrecito está pasando frío. Esa u otra excusa servía para tenernos dentro de casa y controlarnos.
    El primer beso que le emboqué a tu madre fue a traición, sin pedírselo, en la escalera y nos pillaron. No puedes imaginar la vergüenza que pasó tu madre, estuvo ocho días sin salir a la calle. Yo le mandaba notitas con la mujer de al lado de su casa: Que la esperaba en tal esquina y que la quería ver, pero no había manera.
    Recuerdo que el día en que oficialmente entré en su casa nos metimos en el recibidor y los padres en la cocina, de vez en cuando un beso, un achuchón, un toque por aquí y otro por allá: Ten cuidado que no nos oigan, no seas tan atrevido que si vienen nos ven, que si esto que si lo otro, en fin, una lucha diaria.
    Una tarde su padre mirándome fijamente me soltó: Los besos y los abrazos no hacen críos, pero son la víspera, así que cuidado con la oscuridad, sobre todo tú que eres el hombre, sensatez.
    ¿Qué si el novio dejaba a la novia? Por eso se aseguraban con quién andaba la niña. Si una vez formalizada la relación, el novio dejaba a la novia la familia quedaba en evidencia y muy ofendida, además de la frustración de la chica, quedaba en entredicho la honra de la familia porque la gente podía pensar “Si el novio la ha dejado es porque algo había en esa casa que no se sabía y ese algo ha supuesto el impedimento del matrimonio”.
    Además, imagina que en ocasiones quedaba anulada la expectativa económica de esa familia, porque normalmente el noviazgo no era propiamente una etapa romántica como podía esperarse, ten en cuenta que en algunos círculos de gente adinerada o burguesa muchos matrimonios se amañaban movidos por el interés económico. Primero casarse y después ya vendrá el amor, era la forma en que se legalizaban esos matrimonios de conveniencia.
    –Papá yo creo que los mayores estabais locos.

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  2. Isabel Giménez Beút marzo 22, 2020 a 7:29 pm #

    YO ME QUEDO EN CASA…
    Eran las nueve y media de la mañana y tenía una excusa perfecta para poder salir de casa, flexibilizando la cuarentena. Por fin tenía un motivo para salir al mundo: ni más ni menos que ir a comprar al supermercado. Era un motivo real, pero tan simple, que me parecía estar faltando a mi deber ciudadano, tal y como nos habían inculcado.
    Salí al rellano de la escalera y coincidí con la mujer que vive al lado de mi casa. No sabía ni cómo se llamaba y creo que no me había llegado a cruzar con ella más que 3 ó 4 veces en mi vida.
    Curiosamente ambas dimos al vernos un paso en sentido lateral y en dirección contraria, separandonos aproximadamente un metro y medio.
    Yo bajé por la escalera para estirar las piernas, disfrutando del trayecto y ella bajó en ascensor, llegando bastante antes que yo.
    Tiré la bolsa con el cartón al contenedor del reciclaje y disfruté del viento resbalando sobre mis mejillas, como nunca antes lo había hecho.
    Miré a la izquierda, donde hacía unos años había estado la oficina de Bankia. A la entrada, en el lugar donde habían estado los cajeros en su día, había: dos colchones sucios, unas mantas viejas, botellas de vino vacías y unos cachivaches en un carrito, que no sabía cómo identificar.
    Súbitamente recordé la frase con la que nos habían bombardeado desde hacía una semana: yo me quedo en casa.
    A lo que en mi interior respondí: porque la tengo.

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  3. lola abril 7, 2020 a 9:22 am #

    La mujer de al lado, la del tercero B, sale todos los días quince o veinte minutos de paseo a la misma hora. Me tiene mosca ¿Qué parte de quedarse en casa no ha debido entender? A mí también me gustaría salir al mundo y airearme, pero no, soy responsable y cumplo la cuarentena. Lleva una bolsa que se aprecia llena, al salir, y al volver. No tiene perro, y tampoco tendría sentido que lo llevara oculto. Mañana, cuando la oiga cerrar su puerta, me asomaré a la escalera para que me vea; sin acercarme le diré cuatro cosas.
    – Buenos días Encarna, que, ¿Al paseo de todos los días?
    – Si.
    – No se moleste, (dos años de vecindad y seguimos hablándonos de usted) pero la cuarentena es para todos.
    – No nos conocemos mucho aunque vivamos puerta con puerta, lo sé; en otro contexto no le daría explicaciones pero, con la que está cayendo, lo haré: Jacinto, el señor que vive arriba de la pastelería, está recién operado y vive solo. Le llevo un plato de comida para medio día, y otro para la cena, le recojo la ropa sucia y se la devuelvo limpia al día siguiente, le aseo un poco el piso. Ah, y le riego las petunias.
    Reaccioné rápido:
    – Lo siento Encarna, creo que deberíamos conocernos más. ¿ Qué te parece si ayudo en esta misión? Me gustaría, además de responsable, ser útil.
    Apreció que la tuteara.

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