Escritores mexicanos en las actividades de escritura M-93

1 Nov

Escritores mexicanos, actividades de escritura M-93. Los diferentes grupos online y presenciales del taller de escritura de LIBRO VUELA LIBRE, que en breve participarán en un sorprendente juego de afinidades literarias titulado Hombres y mujeres libro en Valencia, abordarán también en este bloque distintas actividades de escritura que rendirán tributo a escritores mexicanos del siglo XX a través de la clave literaria M-93.

Escritores mexicanos en el curso de escritura creativa en Valencia de LIBRO VUELA LIBRE. Actividades de escritura

Este otoño las cadenas literarias de LIBRO VUELA LIBRE volverán a sugerir actividades de lectura y escritura creativa muy diversas. Buscad vuestras obras preferidas en las nuevas propuestas para todas las franjas de lectores de nuestro club de lectura en Valencia, al que se acaba de sumar Raquel Peñalver con una sección nueva titulada Fantasía, terror y alrededores, especialmente dedicada a los amantes de la literatura fantástica. Y no dejéis de disfrutar de los relatos de grandes cuentistas y escritores mexicanos que a partir de ahora también se sumarán a nuestras claves de escritura. Aquí tenéis tres puertas de entrada al relato Nocturno fugaz, del reconocido cuentista, narrador y ensayista mexicano Eduardo Antonio Parra, que será el primero en formar parte de nuestros puzles literarios de este mes y de las actividades de escritura creativa de la clave M-93.

Actividades de escritura y puzles literarios de la clave M-93. Puertas de entrada al relato Nocturno fugaz, de Eduardo Antonio Parra:

Escritores mexicanos. Actividades de escritura M-93. Fragmento de Nocturno fugaz, de Eduardo Antonio Parra. Primera puerta de entrada:

«Desde afuera escuchas el estruendo de la música y adivinas el bar lleno de gente. Rock en español. Bajo, teclados, batería y guitarra a la altura del primer mundo. Fin del imperio de la cumbia y la secular canción ranchera. El humo te hiere los ojos y remedias el ardor encendiendo tu propio cigarro. El hombre con mandil de cuero te entrega una tecate y le ordenas que abra cuenta: vas para largo. Es noche de sábado y hay que vivir la libertad del Monterrey desvelado y posmoderno. Niñas por todas partes, mujeres maduras en las mesas. Los acompañantes varones no cuentan: has venido sólo por ellas. Llegaste aquí harto de las mujeres sonámbulas que saturan calles y oficinas, de amas de casa henchidas de niños y preocupaciones, de ejecutivas altaneras y madrugadoras.

La multitud eleva el calor y tu nariz se dilata cuando acuden a ella aromas de carne joven y fresca. Algunos grupos no paran de bailar. Un puñado de muchachas te envuelve con su griterío y el roce de sus cuerpos te despierta la piel. Sudas. Tomas tu cerveza y paseas a lo largo de la barra. La muchedumbre oprime. La decoración marea: fotos, sombreros, armas, caricaturas, ristras de ajo, trofeos de caza, almanaques, aparatos obsoletos. Por fin, en el fondo del bar descubres una mesa que se te ofrece increíblemente vacía.

Escritores mexicanos. Actividades de escritura M-93. Nocturno fugaz, de Eduardo Antonio Parra. Segunda puerta de entrada:

«Pasan las horas y el bar empieza a vaciarse, pero tú sigues ahí en la mesa, pidiendo whisky barato, mirándola, empeñado en que esta noche sea tu noche con ella. De nada han servido los guiños a distancia, las sonrisas de invitación, las copas que le envías y ella rechaza invariablemente. De nada sirvió pararte a saltar junto a ella en tanto cantabas con entusiasmo una pieza de rock que jamás habías oído, en un cortejo fáunico copiado no sabes a quién.

Sólo consigues sonrisas ausentes que te erizan el corazón y adelgazan la sangre dentro de tus venas. Consciente de su papel de diva de una noche, ella entorna los ojos y sonríe a los cuatro vientos como si hubiera mil cámaras absorbiendo su belleza.»

Escritores mexicanos. Actividades de escritura M-93. Nocturno fugaz, de Eduardo Antonio Parra. Tercera puerta de entrada:

«Silencio. Una sensación de incomodidad, de abandono, flota en el ambiente. Cruzas tu mirada con los otros hombres y bajas los ojos. Ellos hacen lo mismo. Los meseros extienden ante ustedes papeles garrapateados con signos ilegibles. Pagas el costo de la noche con un par de billetes grandes y sales a la calle.Afuera, en la soledad, el calor es semejante al frío. Caminas hacia el auto soportando el resonar monótono de tus pies cansados. Las calles silenciosas y vacías te hacen ver a Monterrey como un enorme cementerio.»

Otros tributos literarios en curso a escritores mexicanos: Héctor Azar

AZAR. Taller de escritura creativa en Valencia, clave W-21

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